LAS REDES Y LOS RECURSOS MÁS TRADICIONALES: ¿UNA CONVIVENCIA POSIBLE?

 ¡Hola!

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     ¿Alguna vez os habéis parado a pensar la importancia que Internet tiene en nuestra vida? Realmente, reflexionando detenidamente, se encuentra presente en prácticamente cada momento de nuestro día. Por supuesto, en las aulas también tiene una gran importancia. Al fin y al cabo, la red nos proporciona un sinfín de posibilidades de las que la educación puede servirse. Quizá, por ello, actualmente es uno de los principales recursos que se utilizan en las clases, mientras que hace unos años se empleaban recursos más tradicionales los cuales el alumno podía ver e interaccionar con ellos personalmente (en la vida real en lugar de en la pantalla de un ordenador).

     Internet constituye una enorme fuente de conocimientos y una herramienta que permite la comunicación e interacción con otras personas sin importar el lugar donde se encuentren. De esta forma, resulta mucho más sencillo el intercambio de información. Además, ofrece recursos prácticamente ilimitados que los docentes pueden emplear en sus clases.

     Al utilizar la red, las lecciones se vuelven mucho más flexibles e innovadoras, pues los maestros pueden dejar su imaginación y creatividad volar.

     Además, favorecen la inclusión educativa de todo el estudiantado, tal y como os expongo en la entrada “Las TIC como herramienta para conseguir una educación inclusiva”.

     Sin embargo, siempre debemos tener presente la importancia que los materiales manipulativos tienen, pues que el alumnado pueda tocar y observar en primera persona, proporciona una gran cantidad de beneficios en su desarrollo individual.

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     Teniendo todo esto en consideración, creo que las redes son un elemento de un gran valor y utilidad en el ámbito educativo, el cual, todo el profesorado debería emplear en sus clases, consiguiendo así unas lecciones dinámicas e innovadoras.

     A pesar de ello, también considero que no nos debemos olvidar de materiales algo más “tradicionales”, los cuales se pueden tocar y manipular. Este hecho conlleva grandes beneficios psicomotores en nuestro estudiantado.

     Por ello, creo que ambos recursos, los más “modernos” y los más “tradicionales”, deberían emplearse conjuntamente, consiguiendo así disfrutar de los beneficios que ambos pueden ofrecer.


Referencias bibliográficas:

     Bravo, J. L. (2004). Los medios de enseñanza: clasificación, selección y aplicación, (24), 113-124.

     Riveros, V. S., y Mendoza, M. I. (2008). Consideraciones teóricas del uso de internet en educación. Omnia (1), 27-46. 

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